sábado, 4 de julio de 2015

Una foto de Cristo

Una foto de Cristo. No un cuadro. No una pintura. Una fotografía de Cristo. Si alguien viniera con una fotografía y te dijera «mira, esta es una foto de Jesús, fue tomada en el año 31 después de Cristo con una cámara que él mismo se fabricó», en el fondo no sería muy distinto a cuando alguien te asegura que Jesús existió e hizo milagros. No está más loco el que te enseña la fotografía y te canta delirios sobre su origen que el que te vende la vida terrenal de Cristo como un hecho histórico. Al fin y al cabo, que Dios personificado se hubiese fabricado una cámara de fotos no es más milagroso que multiplicar panes y peces. Coño, de hecho, ni siquiera puede calificarse de milagro (en el sentido sobrenatural del término) tratándose de algo alcanzable mediante la técnica. Eso para Dios es pan comido, por favor... No sé... Pensad que es más probable eso que curar a un paralítico o a un leproso con la palma de la mano, ¿eh? Yo creo que en eso coincidimos todos. Sí, definitivamente estamos de acuerdo en ello (autentifica suposiciones a medida que habla). ¿Que cómo perduró la foto tantos cientos de años y llegó a manos de esa persona? Eso también es más creíble que curar a un paralítico con una mano. ¿Que cómo puede ser que la luz recorra el espacio con tal velocidad? Eso también es más creíble que curar a un paralítico con una mano (utiliza la misma tesis barata para todo...). 

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