martes, 1 de abril de 2014

La depravación de la Rae

(Imaginación surgida a partir de una conversación facebookiana que se torció muy fuerte con @237chb)

Los de la RAE tienen a un tío en una sala masturbándose para ellos. En una habitación con cámaras y cristales insonorizados, rollo sala de interrogatorios. En las pantallas de los ordenadores de cada trabajador aparece el tío corriéndose y todos obtienen un gozo terrible. Cada día llevan a uno. Lo seleccionan al azar yendo por la calle. Si le parece denigrante (el 99'99% de las veces es así) y se niega, le ofrecen un jugoso botín (la idea de que dos de cada cien aceptaran hacerlo gratuitamente, sin ánimo de lucro, por puro morbo: un puto 2% ya sería un porcentaje jodidamente alto para semejante barbaridad). Si sigue negándose, lo descartan y siguen buscando (son la RAE, no se pueden permitir riesgos como secuestrar y que los descubran). 

Todos allí tienen fuertes desórdenes sexuales y parafilias raras. El hombre tras el cristal es una vía de escape para ellos. Un entretenimiento. La institución funciona como una meticulosa red de prostitución para sí misma. La cara seria y profesional de La Academia es una cortina de humo y un bien necesario para poder permitirse los servicios golfos de los prostitutos diarios. 

Hay más. Fundéu está en la misma onda (surgió cuando algunos empleados de la RAE tuvieron desavenencias con los electores de los hombres y formaron su propia secta sexual) y ha organizado una base de similares características con grandes contrataciones en las últimas semanas. Se dice que hay competiciones entre las dos instituciones por ver qué «corredor» es el mejor cada sábado. Le pasan sendos videos a un jurado imparcial que emite un veredicto. El juego se ha convertido en un clásico. Es casi una disciplina deportiva clandestina. 

La degeneración y el vicio empapan la vida cotidiana de los responsables de potenciar y regular las normas de la lengua española. Si entraran en los edificios de ambas instituciones con detectores de semen... Está todo hecho un cristo. La trama oculta de depravación les salpica a todos. Todos metidos en el ajo. Nadie sabe nada. De todos modos, hacen su trabajo de forma impecable. Todo marcha bien y el idioma cada vez se usa mejor en España. Son filólogos prolíficos, lo mejor del gremio. Hacen una labor excelente y, sin embargo, son auténticos disolutos sin tratamiento ni diagnóstico. Dos realidades muy separadas y muy juntas a la vez. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales