domingo, 21 de diciembre de 2014

Existencia objetiva del accidente

El otro día escuché la oración «había un accidente en la autovía». La idea de que el accidente existe de forma más o menos prolongada me parece jodida de digerir. No sus efectos, sino el accidente mismo, en vigor durante un transcurso de tiempo determinado. La existencia objetiva del accidente. A lo mejor ha sido una efímera colisión de dos vehículos, pero el breve instante que dura la fatal maniobra ya da pie a considerar que el accidente existe, es y está. Que se puede palpar y te puedes referir a él como algo que se halla en un emplazamiento concreto. El atropello SE ENCUENTRA en la calle que cruza con la Avenida Pérez Galdós a la altura del nuevo wok. El síncope ESTUVO PRESENTE en uno de los módulo de la Feria del Mueble de Valencia. HAY una caída por las escaleras en el número 6 de Plaza de España.

lunes, 15 de diciembre de 2014

RIZAR EL RIZO

Un colaborador de programa de humor X parodia a Rappel, caracterizado como él. La imitación es ridícula, pero esto no importa, no tiene ningún tipo de trascendencia en lo que os voy a contar (usar la negrita para remarcar frases del texto sin interés, tenderle pequeñas trampas al lector...). De repente, un segundo colaborador aparece caracterizado como el primer colaborador disfrazado. OJO, COMO EL PRIMER COLABORADOR DISFRAZADO, NO COMO RAPPEL. La imitación de la imitación. La parodia fractal. Seguidamente, otro colaborador, como imaginaréis, disfrazado del segundo colaborador caricaturizado. Del mismo modo, van saliendo uno tras otro metaimitadores hasta que la similitud se disuelve y ya no se reconoce el personaje insinuado. El último imitador se asemeja bastante a Adrien Brody en la película Predators. Ya nadie se acuerda de Rappel. Estamos ante una nueva manifestación de la parodia: la imitación infinitesimal, el disfraz-distorsión. El «irse por las ramas» de la burla.


Cosmonauta aficionado a la magia negra


Con un pie en la ciencia y otro en el ocultismo. 



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