martes, 25 de agosto de 2015

Consideraciones sobre el dinero

-Consideración nº 1: Lo de que el dinero pequeño sea metálico y el dinero grande sea de papel debe de ser para «embaucar» al pobre (el metal pesa más, parece más caro). Digo esto porque yo, cuando pienso en dinero, me viene a la mente la imagen de una moneda, no la de un billete. Aunque eso puede que sea porque es lo que estoy acostumbrado a manejar. En cierto modo, es como si quisieran hacerle creer de alguna forma al necesitado que la moneda es mejor que el billete porque es menos frágil. Porque, cuidado, los billetes se rompen y se desgarran con más facilidad, y qué decir de su nula resistencia a los líquidos, lo cual, no obstante, podría tener una justa explicación: suficiente tienen los pobres con ser pobres para que además tuvieran que cargar con la desventaja de que su dinero se pudiera romper. De todos modos, la gente suele cuidar los billetes lo bastante como para poder afrontar un pago con ellos. Es relativamente fácil no cargarse billetes todo el rato si los tratas con un mínimo de miramiento. Sin embargo, el verdadero problema, más que la resistencia o la supervivencia del dinero, es su pérdida (me refiero a perderlo físicamente, no a arruinarse), y en esto sale peor parado el pobre, ya que es más fácil perder monedas que billetes (el pobre suele llevar encima calderilla y no billetes), dada su consistencia y su exterior pulido que las hace menos capaces de adherirse a los tejidos y a otras monedas. Aunque, precisamente por esa cualidad, la de no adhesión, las monedas se pierden, habitualmente, de una en una; mientras que los billetes, bien por la tendencia a doblarlos todos juntos en una suerte de fajo rápido y descuidado, o bien por su ligereza y rugosidad que los hace especialmente proclives a quedar pegados a otros billetes, es más probable que se extravíen en grupos. Y eso TAMBIÉN es un inconveniente. Hasta aquí la primera y última consideración. No, hay otra más, obviamente.

-Consideración nº 2: Por otro lado, hay que tener en cuenta que las monedas son inconfundibles. Por lo general, su redondez, su grosor y sus grabados no admiten lugar a dudas cuando las ves. En cambio, el billete es más confundible con otras cosas, adopta otras identidades al verlo si no te fijas bien. Este punto perjudica tanto a pobres como a ricos por igual, puesto que el poder de un formato u otro para resultar único visualmente no pone a unos en virtud de conseguir más dinero que otros, ya que ambas clases sociales tienen la misma probabilidad de recuperar o encontrarse dinero, tanto en formato moneda como en formato billete. 

En síntesis, el aspecto NO ES RELEVANTE EN EL DINERO. LAS CARACTERÍSTICAS PRÁCTICAS DEL MATERIAL, SÍ. 

(Vaya mierda. DOS consideraciones SOLO. Para eso haberlo dicho TODO JUNTO, GILIPOLLAS) 

jueves, 6 de agosto de 2015

Micropoemas bobos

DEP
Se quedó transpuesto
mientras caía
desde un sexto.

INCESTO AUTOCOMPASIVO
Enamorado hasta la médula
de su hermano gemelo,
solo le quedaba masturbarse
mirándose al espejo.

CATARSIS
Atolondrado frente a las olas
se saca un moco y lo entierra.
La felicidad siempre está
en las pequeñas cosas.

CORAZONES CAROS
Señor asquerosamente rico.
Cada mes se opera.
Cambia de corazón por capricho.
Se salta la lista de espera.
Tiene setenta y cinco años
y está hecho un chaval.
Cero dolencias cardíacas
y un ego descomunal.

DESENGAÑO IN THE SOFA
Qué guay está está película
a ver si el final es decente.
Ah no, me cago en la puta,
que es una miniserie.

lunes, 3 de agosto de 2015

Imágenes crísticas comentadas (en realidad solo dos de tres son crísticas)

Pintura realista de Cristo. Niebla espesa a sus pies. La clásica niebla de aparición de ente sobrenatural. ¿Cómo se produce? ¿La genera Jesús? ¿Era preexistente a su aparición y él se ha encargado de dirigirla y que se aglomere a su alrededor? ¿En serio le gustan esos efectos especiales de medio pelo? No me creo que necesite ese espectáculo de vendemotos. Lo lógico sería que por naturaleza toda aparición llevara aparejada la condensación gaseosa sin que el ser manifestado posea el control sobre ella. Como una especie de signo consustancial a la aparición. Eso sí me lo tragaría. Bueno, no me creería ninguna de las dos cosas. Por el amor de Dios.



Foto tomada de Internet. Biblia satánica impresa y encuadernada en copistería. Escrituras malignas a cinco céntimos la hoja. No creo que esto le parezca muy correcto al diablo...



Imagen de romería. Cristo sufriendo mucho. Dios desfalleciendo ante el daño físico. Dolor de ser divino. Ese dolor vale infinitamente más que el dolor de cualquier humano corriente. O sea, al lado de esta agonía, la de un pobre enfermo de cáncer se queda en nada aunque lo pase peor. Esta es la agonía prima, el molde. Y a partir de ella hay fracciones y también múltiplos que la superan en intensidad pero no en legitimidad. Dolor cinco estrellas. Seguro que incluso es agradable sentir ese tipo de dolor.


domingo, 2 de agosto de 2015

Desazón muy cara

El pianista prodigio de oído tan fino que cualquier ruidito le molesta. Uno en especial muy puntilloso. Perturbable en exceso. Tanto que el público tiene prohibidísimo aplaudir en sus conciertos. En lugar de eso, el auditorio transmite su admiración tras las obras con un tenso y sofocante silencio de cinco minutos con la mirada fija en el intérprete. A veces también recibe aplausos. Aplausos improducidos. Un playback de manos loco sin llegar a contactar las palmas. Aplausos tristes e insatisfechos (estar insatisfecho el aplauso, no el ejecutor). Acto seguido, los asistentes desalojan el auditorio mientras el pianista toca una composición trágica para cerrar el concierto que les obliga a guardar silencio mientras enfilan la salida. Elige siempre la pieza más decadente y lúgubre que tiene en su repertorio (disfruta especialmente con esto). De hecho, algunos salen tapándose los oídos de tan desgarradora que es. La desolación en los rostros de las almas en pena que salen de ese teatro: el día a día del músico. La gente paga —y mucho— por irse a casa con el ceño fruncido y el ánimo torcido. Desazón muy cara. Y de hecho, en cierto modo si no vuelves así puedes decir que el espectáculo ha sido una estafa absoluta y tu descontento seguramente será peor que si te hubiera partido el alma tal y como estaba previsto

Datos personales