miércoles, 6 de agosto de 2014

Colección de microconceptos heterogéneos

«Permuta gestual»: Es superdifícil asociar la negación al gesto convencional de afirmación. Pero también es muy difícil por ejemplo asociar la complacencia al gesto de «no lo sé» o el desencanto al gesto de pulgar hacia arriba.

«Fantasma de un robot»: Espectro de un robot inteligente y consciente de sí mismo que ha sido desechado por deterioro, un espíritu desprendido de una máquina (ni siquiera de un androide, que sería un robot con apariencia humana y cabría cierta analogía formal con un espíritu de humano).

«Robot fantasma»: Robot espectral directo, no es la esencia de ningún robot existente en el pasado de forma material. Es un robot que nunca ha existido en su forma física. 

«Suerte cotidiana»: Tiro un papel a la papelera desde lejos, da en el borde, se sale fuera y cae en el recogedor, que estaba justo al lado. 

«Flato onírico»: Me cuesta creer que se pueda soñar que tienes flato sin tenerlo de verdad en ese momento. 

«Crugir los dedos con buena fe»: Es la variante opuesta y benigna de «crugir los dedos con mala fe», que consiste en hacerlo porque al lado tienes a alguien a quien le incomoda. Esta versión contraria estriba en producirle placer al que le encanta escuchar el crugir de los dedos. 

«Tipos de prisa»: Clasificación de la prisa según diferentes aspectos: causales, formales, emocionales... Idea surgida a raiz de la frase: «No hay ningún tipo de prisa». 

«Destrucción física provocada por un objeto matemático»: Un rombo gigante lo arrasa todo a su paso. Un rombo, en abstracto, el concepto mental. La representación intelectual de rombo asola toda la zona norte de Manhattan. 

«Cura patrocinado»: Cura sufragado por una multinacional acaparadora y monopolista que se dedica a la producción y distribución de productos anticonceptivos y juguetes sexuales. Un cura postindustrial, un sacerdote moderno y adaptado a los procesos de industrialización y globalización actuales». 

«Bombero freelance»: Se le hace un encargo y se le paga en función de la calidad del apagado o del servico de auxilio. 

«Concursos de michelines»: Lo que se valora es la originalidad y no el volumen o la textura de los mismos. Es decir, se evalúa la forma y el relieve que conformen.

«Notas del examen en estilo retórico»: El profesor puntúa según categorías como: «para enmarcar», «de gran calidad», «bastante aceptable». «no está nada mal», «del montón». «ni fu ni fa», «por los pelos», «no es de recibo», «ridículo espantoso», «tragedia»... Se toma muy a pecho su vocación literaria (es un escritor frustrado). 

«Brazos ortopédicos de chocolate»: Doble función, sensación única. 

«Policía-párroco»: Cuando termina su jornada laboral, ejerce como capellán..  

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