miércoles, 14 de mayo de 2014

La muerte de la heroicidad

Después de casi un mes sin suministrarme nada, el bueno de @BorjaRamrezOlmo me ha pasado este manjar cómico, esta golosina de cinco viñetas con varias interpretaciones posibles:


La explicación que mi colaborador me dio a este microcómic/postcuento (porque yo había entendido una cosa distinta que ahora luego [ahora o luego, a ver si te aclaras] explicaré) fue que, más allá de la típica historia del héroe, aquí el valiente palma a la primera de cambio, por la vía rápida, y después mandan a otro que no le llega ni a la suela de los zapatos al primer héroe asesinado. Mandan a un guerrero que está bastante bien como soldado de base o peón pero que es de segunda categoría y no va muy motivado, eso después de comprobar cómo el dragón liquida de una sola llamarada al guerrero más prolífico de su generación (algunos lo tenían por un semidiós). La idea aquí es que lo épico se va tomar por culo. Todo esto de la heroicidad y las batallas legendarias se desvanece con un mísero soplo caliente de dragón hijo de puta. Y la historia es que envían a otro (el segundo más fuerte) a ver si tiene más suerte. Probablemente (prácticamente al 100%) palme también. Pero no les queda otra (a los miembros electores del consejo de guerra, o algo así raro). El dragón necesita un rival y ellos se lo dan. Todavía confían en la efectividad de cotas más bajas de una épica personificada en la figura de un señor calvo y un poco flacucho para ser un guerrero. Este aguerrido soldado, pese a ser aguerrido, dura todavía menos que el anterior (porque no le da conversación al dragón, mientras que el anterior sí que había mantenido un ferviente intercambio de pareceres con la criatura, que al parecer sabe hablar la lengua del clan). Mandan a otro y muere también. Y así sucesivamente durante semanas. Son como pequeñas salpicaduras de bravura que cada vez van a menos. A ver si a base de agotar al dragón... No sé... Vencer por desgaste... Renunciando a héroes. Vaya mierda...

Y el otro significado posible, que es el que yo entendí al verlo, es que Ülnar es el dragón, por lo tanto, en la última viñeta, cuando dice «Ülnar era también bastante bravo» se refiere a que no toda la bravura era la del héroe. Cuidado aquí. Que el dragón tampoco se anda con chiquitas. Por lo tanto, yo pensaba que el personaje de la última viñeta seguía siendo el primer guerrero, Björk, y que ahora estaba calvo por la llamarada del dragón (obviamente, pensaba que la viñeta de la calavera era una forma de dar a entender de forma gráfica la potencia de los fogonazos del dragón, como una especie de hipérbole). 

PD: La primera interpretación es la versión del autor, pero no del todo, porque he añadido matices, aunque no muchos. Y muy anecdóticos. 



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