martes, 6 de mayo de 2014

Muy mala decisión

El muy genio se atreve con un colorido al más puro estilo parchís en la presentación y la caga muy fuerte. El azul y el rojo aún son legibles, pero el amarillo y el verde son muy jodidos. Pero en ese perjudicarse a sí mismo reside el principal atractivo, ¿no? Humillarse para resultar simpático. Pues no, la verdad. Te estás equivocando y mucho. 

A LA DEFENSIVA: CATENACCIO EN COMBATE CUERPO A CUERPO
Combate de competición sin pegarse. Solo amagos, posiciones defensivas y movimientos huidizos. Alguien me dijo que esto propongo ya existía, que era la Capoeira, pero en este arte marcial sí que hay movimientos de ataque aunque el golpe no se produzca. El tema es que la pelea la gane el que más y mejor esquive. Pero... ¿esquivar el qué? ¡La nada! Se trata de esquivar una supuesta arremetida del contrincante que sabes que nunca se producirá. Un jurado valora y decide sobre la hipotética efectividad de la defensa. Aunque no lleguen ni siquiera a amagar con pegarse, los rivales llegan agotados al pitido final. Es mucho rato de intentar sortear y eludir ofensivas, que aun siendo imaginarias, son poderosas.

SÚPER-PATINAJE
Una línea de supermercados muy pionera piensa (atribuirle una cierta acción voluntaria —en este caso «pensar»— a una entidad colectiva abstracta siempre me resulta divertido de concebir) que ya es hora de hacer algo diferente y decide aprovechar los suelos resbaladizos por los que los niños patinan y crean una gran pista de patinaje "intramercato". El consumidor esquía la superficie mientras va tachando cosas de la lista de la compra.  El incordio de ir a comprar se convierte en una fuente de diversión. Desgraciadamente los viejos y los faltos de equilibrio no pueden ir a comprar allí. La empresa sufre pérdidas gravísimas por un mal acotamiento del target. En ese cotexto, 

KINDER MALO
Olivas con regalito dentro. Una apuesta arriesgada. Pero no es una marca de aceitunas que intenta imitar a Kinder, es LA PROPIA MARCA KINDER que ha decidido diversificarse y aplicar su seña de identidad a las aceitunas. Cree que puede funcionar. Saca al mercado un producto dudoso. Un miniregalito en cada aceituna rellena. La gente pierde los dientes y las viejas mueren atragantadas. No saben que ahora las olivas van con sorpresa. En el envase lo pone bien clarito, pero es difícil fijarse: ¿quién iba a imaginrse una  mierda así? Menuda una maniobra empresarial la de Kinder.

GOLF CALLEJERO
Ante la falta de recursos y poder adquisitivo, las clases bajas organizan torneos de golf utilizando las alcantarillas como agujero. Las pelotas son más grandes, para que se aproximen más al diámetro de la entrada a la cloaca. El juego se convierte en una especie de freestyle muy pulido y con mucho flow, tipo streetball (profiere una ráfaga de anglicismos en poco tiempo y pierde todo el crédito). Las frivolidades y los detalles de calidad, innecesarios para la finalidad misma del juego, se suceden con asiduidad y el golf para a ser más una cuestión de estilo. Una vez más, la forma se antepone al fondo.






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