Me pasa una cosa muy curiosa que no sé si a vosotros también (seguro que no). Resulta que, cuando me ducho, al ser diestro, el mango lo encauzo más hacia mi mitad izquierda (es una cuestión de extensión de mi brazo). Por ilación lógica, esto hace que mi parte izquierda de mi figura reciba más cantidad de agua. Como yo me ducho con agua bastante caliente, lo que ocurre es que mi tronco y mi pierna izquierdos se acostumbran antes a esa temperatura, mientras que sus homólogos derechos reciben menos caudal de agua y de forma intermitente, por lo que no terminan de aclimatarse a los gradazos centígrados que me echo encima. De una forma casi ridícula, siempre he tenido la sospecha imbécil de que ese baño caliente diario (o cada dos días, en su defecto) no solo hace más tolerante al calor a mi mitad izquierda durante la ducha, sino también en seco, en el transcurrir del día, sin baños ni humedades. Y lo que me llevó a esta idea loca fue que suelo sudar más la axila derecha que la izquierda, lo que, a su vez, me hizo pensar que tal vez mi sobaco derecho pasaba más calor que su opuesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario