miércoles, 4 de junio de 2014

Perros antiestrés


Disponer de un perro minutos antes de un examen. Tener a un entrenador de perros que prepare al perro para ser lo más efectivo posible en quitarte el estrés, un perro desarrollado muy fiable. Tener ese lujo insolente, ¿no? Un fasto muy impopular que hace que te miren mal. Todo en pos de un poco más de calma en el examen, (que no nota, ojo).  Pero si lo piensas bien, tampoco es tan de pijo, ¿no? Quizá lo de contratar a un encantador de perros un poco sí, pero si quitamos eso no es tan grave como suena, solo necesitas un perro y alguien que te lo lleve a la puerta del aula del examen momentos antes de empezar, un familiar o un amigo, no hace alta que sea alguien pagado. 

Cualquier raza es válida. Lo mismo vale un chihuaha desnutrido que un san bernardo fondón. Sea cual sea el perro elegido vas a obtener el mismo nivel de ataraxia después de compartir unos momentos de intimidad con él. 

Diablos, ¿por qué no utilizar perros subvencionados por el estado en las escuelas, institutos y facultades? ¿Por qué no un perro en una salita contigua a cada aula de examen y que los alumnos pasen uno por uno por ella antes de colocarse en su pupitre? O todavía mejor, ¿por qué no un perro al lado de cada asiento para que el examinando pueda mitigar sus nervios y serenarse cuando le de por ahí? Todos saldrían ganando. Mejor rendimiento académico, mejores notas medias en las titulaciones, más matrículas, más becados, más preparación, menos perros abandonados (recordemos que cualquier raza es apta....)... Menos Planes Bolonias y más canes a la entera disposición estudiantil. 

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