miércoles, 28 de enero de 2015

Crisis del sector

El hijo pródigo ha vuelto. 

El señor Ramírez, después de cinco meses y siete días sabáticos (aportación 0), ha vuelto en sí mismo y ha comprendido que tiene que hacerse cargo de sus responsabilidades. Su regreso viene motivado por el descubrimiento de un objeto que tenía en su cuarto y solo utilizaba para tomar notas y escribir recordatorios: una pizarra blanca. Según dice, este soporte le hace ser más «productivo, fértil, fructífero...». Por lo visto, a partir de ahora siempre dibujará en esta superficie. Reniega del papel. Más cambios: con efecto inmediato, su sección pasa a llamarse «La pizarra de Frederic». Los motivos de la elección de este nombre artístico son desconocidos, también para mí. Por favor, no intentéis sonsacárselo. No hablará. Su voluntad es férrea como el acero. 

Aquí tenéis el primer capítulo de esta nueva andadura, titulado Crisis del sector


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