sábado, 26 de abril de 2014

Acerca de la cabecera

Con el tiempo, puede que aquello de «Grageas del pensamiento» se desvanezca y se consolide el «PsicoGrageas», más que nada porque en Twitter ese es el nombre (porque lo otro no cabe como nombre de usuario) y, a poco que la gente se refiera al blog para algo, será mucho más rápido decir PsicoGrageas que 'lo otro' (parece que lo dice en plan despectivo con esas comillas inglesas, pero en verdad no). Sin embargo, como fue el primer nombre del blog y le tengo un cariño especial, dejaré como cabecera Grageas del pensamiento, con Psicogrageas entre paréntesis (mostrando ya desde un primer momento mi fiel pasión por utilizarlos). 

¿Y todo esto por qué os lo explico? Pues porque quiero que cuando habléis de mi blog (el pobre diablo cree que alguien lo recomendará a sus amigos o algo por el estilo...) lo hagáis como os dé la puta gana (arrebato a santo de qué) mientras quede claro que se llama PsicoGrageas y ya no Grageas del pensamiento (aunque salga en la cabecera). Todo mentira. La verdad es que me la trae floja si lo nombráis de una forma u otra, por mí como si lo conocéis como el vertedero de mierda cerebral (se inventa un apelativo nuevo y lo pone en cursiva como si fuera un nombre cooficial... pobre loco...). Lo importante es... Lo importante... Lo importante es nada.

Así va a quedar el encabezado (aunque no tiene mucho sentido que os lo enseñe aquí cuando ya está actualizado y listo para ser visto cada vez que entréis al blog):


Una cosa más... Si habéis leído hasta aquí, no es que os aburráis, es que no tenéis nada que hacer en vuestra puta vida. Pero oye, que cada uno es libre de hacer o no hacer lo que quiera y puede vivir conforme a sus principios mientras no perjudique a otros (se le va la pinza en medio del post más gratuito de la historia y se pone filosófico).




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