Los usuarios van a pasar el rato (11 minutos, que es lo que dura el viaje): a leer, a pensar en sus cosas, a reflexionar sobre la vida, a tener citas a ciegas, a tomarse un café de máquina, a conocer gente nueva... La idea es tener un ratito para el recreo y evadirse del estrés de la capital. El tren está situado en la última planta subterránea y hace bastante calor (el metro tiene ocho plantas). No está convenciendo mucho a los que lo utilizan. Piensan que once minutos es muy poco tiempo y el calor no ayuda. El gobierno que aprobó el proyecto se está resintiendo en las encuestas para las próximas elecciones y la chapuza del metro-pasatiempo, como quisieron nombrarlo, está siendo una de las causas clarísimas. La oposición ya prepara un ataque: lo mismo pero hacerlo en la primera planta y aumentar la duración del recorrido a 18 minutos. La van a cagar. No entienden que por ahí no van bien. La idea sigue siendo una jodida mierda.
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