miércoles, 2 de abril de 2014

Ideas rápidas (más rápidas que las que escribo habitualmente sin dibujos pero más densas que las que van acompañadas de dibujo)

PICOR HOMOGÉNEO
Picor homogéneo, extendido uniformemente por la piel. Que te pique al mismo nivel exacto cualquier punto de tu figura. No puedes rascarte primero el sitio donde pica más porque todos te pican igual. No sabes por dónde empezar porque cada rincón de tu cuerpo reproduce fielmente el picor que habita en otro. Un picor plano, de perfil liso. La misma intensidad siempre, sin salidas de madre, sin prominencias ni montículos de hormigueo profuso. La comezón isótropa, la llaman. No, no la llaman de ninguna forma. No existe.

PEREZA COMPLETA
El otro día oí: «me ha dado toda la pereza». Que te sobrevenga toda la pereza. Toda de golpe. La pereza entera, en su totalidad. Un 100% de la vagancia. Ese concepto.

FE PERDIDA
Un señor mayor que ya no cree en la higiene, ha perdido la fe en el aseo personal. Se resigna y rechaza cualquier tipo de cuidado corporal. No cree que eso nos salve. Se ha vuelto loco. Para él, estamos condenados nos lavemos o no. No rige el pobre diablo: se abstiene de limpiarse porque cree que no va a impedir que muramos y que la especie se extinga.

UN SUBJUNTIVO MUY PUTO
Una novela escrita en subjuntivo. Contarla así como en tono hipotético. Una novela entera, gorda. Una novela de mucha grasa literaria contada en calidad de conjetura verbal.

PÉRDIDA SÚBITA DE LA RAZÓN
«La salida está por ahí», ―indicaba el muchacho― (se encontraba en un espacio abierto, y además terrible y melancólicamente solo).

ANACRONISMO RARO
Unos científicos naufragados se encuentran una cabina de teléfono en una isla totalmente desierta y sin ningún otro atisbo de tecnología. Solo la cabina, puesta ahí en medio, como una especie de corazón artificial de la isla. Tampoco hay signos de que en algún momento haya estado habitada. Una especie de anacronismo raro, un cruce de tiempos. Encima no funciona. ¿Quién se está riendo de aquellos hombres? La cruel broma aún es más pesada por el hecho de que son científicos y siempre quieren una explicación lógica para todo… El delirio cunde entre ellos.

DISTRACCIÓN
Se quejaba de la pierna. Tenía un brazo en carne viva y un ojo salido de su cuenca. Pero lo que le acuciaba era la pierna. Le picaba. Ese cosquilleo maldito le distraía del asunto jodido. Un desvío muy brutal del sentido. Que un picor te haga olvidar un dolor insufrible.

TODA VEZ QUE…
Usaba «toda vez que» en el lenguaje oral habitualmente. Tenía ataques de pedantería puntual, solo empleando esa expresión. El resto del tiempo su habla tenía un registro coloquial o estándar. No había lugar para la crítica de su soberbia en algo tan fugaz. Un engolado puntual no hacía daño a nadie. 




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